Tras dos semanas de ataques, el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán parecía llegar a su punto cúlmine con un acuerdo de cese al fuego pero los ataques continuaron
Por Analía Pereira y Facundo Verdún
La disputa histórica por un territorio y el dolor de dos repúblicas que se encuentran en guerra, así se puede definir la situación de Armenia y Azerbaiyán, dos países en una lucha bélica por el territorio de la República de Artsaj.
El pasado sábado se acordó un cese al fuego en Artsaj tras dos semanas de ataques entre Armenia y Azerbaiyán, que dejaron ciudades destruidas, miles de heridos y más de 200 muertos. El alto al fuego se decidió en Moscú, en una mediación encabezada por la cancillería rusa, que duró más de 12 horas, informó Florencia Nerguizián, uruguaya que se encuentra en Ereván, ciudad capital de Armenia, a Portainfo.
El 27 de setiembre, medios internacionales informaron que Azerbaiyán atacó la línea de frontera con Artsaj, con bombardeo aéreo y terrestre, utilizando armamento pesado, vehículos blindados, aviación tripulada y drones. Amnistía Internacional confirmó que en los ataques se utilizaron bombas de racimo, armamento prohibido en zonas donde hay civiles.
Vladimir Putin le solicitó a su canciller que se encargara de una mediación "por razones humanitarias". Pocas horas después de la firma por parte de los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán, el fuego se retomó en el territorio en disputa.
El conflicto territorial entre Armenia y Azerbaiyán, por Artsaj lleva al menos 30 años, en ese entonces, las ahora dos repúblicas, pertenecían a la Unión Soviética. En ese momento, como ahora, la población que habitaba el territorio era armenia, y su religión mayoritariamente católica. Si bien Artsaj se autoproclamó independiente, no es aceptada internacionalmente como república. Según explicó Nerguizián, "cuando Artsaj se independizó, se constituyó jurídicamente como una república independiente. Aunque la comunidad internacional no la reconoce como tal, la independencia de ese territorio fue válida por la normativa jurídica del momento". Actualmente Armenia denuncia los ataques contra su población y Azerbaiyán reclama que las tropas armenias se retiren del que proclaman, es su territorio.
Los azeríes se respaldan, según el embajador de Azerbaiyán para Argentina, Bolivia, Paraguay, Chile y Uruguay, Rashad Aslanov “en cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (N°822, 853, 874 y 884) aprobadas en 1993 afirman que la región de Nagorno-Karabaj es una parte integral de Azerbaiyán y exigen la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas de ocupación armenias”.
Nerguizián comentó a Portainfo que Azerbaiyán no sólo atacó la línea fronteriza con Artsaj, sino que en las inmediaciones de Ereván se pudieron ver drones de búsqueda. Consultado sobre esto Aslanov, replicó que “a fin de prevenir otra agresión por parte de Armenia y garantizar la seguridad de los civiles y de las zonas residenciales, las fuerzas armadas de Azerbaiyán están adoptando medidas de contraofensiva en el marco del derecho de la legítima defensa y en pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario”. “Estamos defendiéndonos en el territorio de Azerbaiyán, no en el territorio de otros países”, sentenció el embajador.
Garo Arakelián, artista uruguayo de familia armenia, explicó que el conflicto es muy asimétrico “porque los armenios no tienen ningún interés en él, lo último que quieren es una guerra. La relación de poder entre Azerbaiyán y Turquía, la venta de armas y el espionaje israelí enfrentados a una población civil de Nagorno Karabaj que no llegan a 100.000 personas, es absurdo pensar que están fomentando o hayan comenzado este conflicto”.
“Aunque tengan el apoyo de Armenia, que es como Salto y Paysandú juntos, con tres millones de habitantes y una pobreza que abarca desde la falta de recursos naturales hasta la decadencia de la infraestructura que dejó la dinámica entre repúblicas que tenía la Unión Soviética”, lamentó Arakelián.
Relaciones diplomáticas
Nagorno Karabaj es el territorio disputado y del que, en este último mes, niños y mujeres se han retirado, quedándose hombres adultos y jóvenes en el frente de batalla. En Armenia, el servicio militar es obligatorio y muchos hombres están ahora en la línea de fuego. En conversación con Portainfo, Ari Chamlián, uruguayo y miembro activo de la colectividad armenia en Uruguay, comentó: "saber que tenemos a nuestros amigos, que son jóvenes, peleando allí, eso transmite un dolor increíble".
Chamlián, como otros muchos uruguayos de familia Armenia, creció escuchando de sus padres y sus abuelos las historias del exilio, de quienes escaparon y lograron sobrevivir al genocidio armenio. Muchos llegaron a Uruguay, que luego fue el primer país del mundo en reconocer el genocidio armenio en 1965.
Este año, como en ese entonces, Uruguay se expresó junto a otros países de la comunidad internacional, exigiendo el alto al fuego y un acuerdo pacífico. Para Daniel Karamanukian, vocero de la colectividad armenia, el reconocimiento y rechazo del genocidio armenio ha sido históricamente una política de estado para Uruguay.
El viernes pasado, cientos de armenios se proclamaron en la Plaza Independencia, de Montevideo, para pedir el cese del conflicto, condenar las acciones de Azerbaiyán y solicitar colaboración para enviar ayuda a los combatientes del frente de Nagorno Karabaj. “Esta es una muestra más de la movilización que conocimos cuando éramos niños en 1965, cuando esta plaza, como hoy, estaba llena de jóvenes que promovieron la declaración de Uruguay”, recordó Daniel durante la actividad.
“Uruguay en verdad tiene un deber ético con Armenia porque está vinculado históricamente con la causa armenia, por eso la concentración fue importante. Los uruguayos se sintieron siempre orgullosos de ser el primer país que reconoció el genocidio armenio y este conflicto, de avanzar, sería la continuación de ese genocidio”, destacó Arakelián y agregó: “No tengan la menor duda que si Azerbaiyán le pasa por arriba a Artsaj en Nagorno Karabaj, va a hacer una limpieza étnica inmediata”.
Azerbaiyán es apoyado en el conflicto por Turquía, mientras Armenia cuenta con el apoyo de Rusia. “Es impensable no relacionar esta escalada con la política expansionista de Turquía, su retórica agresiva, racista, dentro y fuera de sus fronteras, anti Armenia, nuevamente dentro y fuera de sus fronteras y sus planes de desestabilización de la región tal como lo viene haciendo en el norte de Siria, Irak, Libia y en el Mediterráneo oriental contra Grecia y Chipre”, citó la proclama que compartió la colectividad armenia en Plaza Independencia, en donde se pudieron ver carteles que comparaban al presidente turco Tayyip Erdogán, con Hitler.
En Armenia varios uruguayos trabajan en tareas de difusión y traducción de noticias al idioma español para informar, principalmente a la comunidad armenia en Latinoamérica. Diferentes instituciones armenias pusieron a disposición varias cuentas para recaudar fondos con los que acceder a artículos de primera necesidad para soldados y refugiados.
En el medio
Nerguizián relató que durante los últimos años hubo distintos enfrentamientos: “En 2016 se desató la llamada ‘Guerra de los 4 días’ que fue bastante fuerte, pero nunca en estos años se vieron amenazas tan graves y grandes como el ataque masivo que hizo Azerbaiyán hace unos días, junto con Turquía”. Para la uruguaya residente en Armenia, el acontecimiento “abrió las puertas a que la comunidad pueda expresarse, manifestarse, darse cuenta de lo que pasa y pensar que esto realmente tiene que parar. Es momento de que Artsaj se reconozca como república de derecho”.
Respecto a la comunidad de uruguayos y argentinos que se encuentran cerca de la región, sostuvo que están muy tristes y preocupados, “pero a su vez trabajando muchísimo y usando todos nuestros recursos para ayudar en lo que sea. Sabemos que nuestra posición no es ir a la frontera pero sí ser soldados desde otro lado, en el apoyo económico, en brindar medicamentos y comida, hacer llegar el mensaje al resto del mundo y fomentar la ayuda desde el exterior de todas las personas”.
Su misión es crear contenido en español para que llegue información certera para que la comunidad latinoamericana tenga acceso fácil y se informe. “La verdad es que la situación es muy rara para nosotros porque estando tan lejos no estamos acostumbrados a estar en guerra. Si bien sabíamos lo que pasaba, una cosa es conocerlo y vivirlo. Es muy triste y frustrante ver cómo nos quieren exterminar pero es muy alentador ver la fuerza del pueblo armenio en el mundo, porque es uno solo”, sentenció Nerguizián.
Karamanukián destacó el rol de sus compatriotas a distancia: “día a día transmiten información de lo que está sucediendo y colaboran con la recepción de refugiados que están llegando desde la capital de Artsaj que hace días está siendo bombardeada día y noche”.
¿Fake news?
La desinformación está presente en las redes y los apoyos virtuales fluctúan junto a la opinión pública. Sobre esto, Aslanov comentó que “la información de los sucesos no son confidenciales y están disponibles en medios locales” de su país y “a diferencia de los medios armenios, nosotros tenemos mucho interés en difundir las realidades y hechos en medios internacionales”.
Por su parte, Chamlián, de la colectividad armenia, asegura lo contrario: “La difusión y la cobertura mediática son las armas que nosotros tenemos ya que nosotros no contratamos mercenarios; tenemos esto: transmitir la verdad y la palabra y velar por la paz”.
A futuro
La salida del conflicto, sólo es posible para Aslanov en caso de que se implemente “la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas de ocupación armenias de todos los territorios ocupados de Azerbaiyán. Mientras las fuerzas armadas armenias permanecen en el territorio ocupado de Azerbaiyán, no es posible garantizar paz, seguridad y estabilidad en la región”.
Mientras que para la colectividad armenia, como explicó Arakelián, depende de Rusia: “Armenia no puede reclamar que intervenga Rusia porque no están bombardeando su territorio, sino que lo están haciendo en este territorio que es un estado autoproclamado no es reconocido y no hay un tratado que los involucre”.
“Cada día que pasa ellos avanzan”, afirmó el artista y agregó: “El mismo año que se conmemora un centenario del genocidio armenio, Israel comienza un suministro de armamento a Azerbaiyán. Ellos jamás reconocieron el genocidio. Son cosas muy difíciles de hablar sin que se desvirtúe en un diálogo, aunque las cosas son claras, la gente lo toma con doble intencionalidad”.
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