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#PerspectivaLatina: La derecha ganó en Ecuador

La tercera fue la vencida para Guillermo Lasso, que derrotó en segunda vuelta al candidato correísta Andrés Arauz

Foto: Samurai Juan

Guillermo Lasso, candidato por la coalición de derecha entre el Movimiento CREO y el Partido Social Cristiano, fue electo presidente el pasado 11 de abril, al vencer con el 52,36% de los votos a Andrés Arauz, candidato de la alianza Unión por la Esperanza, quien fue votado por el restante 47,64%.


Lasso tomará posesión del cargo el próximo 24 de mayo, mientras tanto, el presidente en ejercicio Lenin Moreno, procura impulsar algunas reformas económicas.


Edgar Isch, antropólogo, pedagogo y ex ministro de Ambiente, dijo a Portainfo que Moreno “quiere privatizar el Banco Central”, pero no “al estilo americano, es decir, en forma directa”. Propone hacerlo “indirectamente”, y explicó que en el proyecto se establece que el ente no puede realizar créditos “al Estado pero sí a empresas privadas”.


Arturo Moscoso, politólogo, abogado y docente en tres universidades ecuatorianas, aseguró que Moreno tiene la menor aprobación del pueblo ecuatoriano desde que se analiza este factor, “pasó de 70% en su asunción a 5% ahora, por eso ambos candidatos presidenciales intentaron desmarcarse y ser críticos con su gestión”. Con las medidas sanitarias por una nueva ola de contagios “se ha aliviado el clima en las calles pero será un mes complicado”, afirmó.


En referencia a Moreno, el antropólogo opinó que fue el “candidato en las sombras”. Si bien no participó en las elecciones y tampoco ayudó a ninguno de los candidatos, Arauz y Lasso "se acusaban uno a otro de ser el candidato de Moreno".


Polarizados


“Se jugó en la segunda vuelta una polarización impresionante entre regresar al modelo anterior con Arauz y tratar de dar una oportunidad a Lasso, entre correísmo (corriente del ex presidente Rafael Correa) y anticorreísmo”, detalló Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo que se dedica a la observación de los procesos electorales. El director cree que "la gente va a tener expectativas muy altas sobre las decisiones de este nuevo gobierno".


Por otro lado, Isch discrepa con esa postura: “hay polarización política en Ecuador, pero no como se quiere presentar por parte de algunos sectores”. Entiende que en la segunda vuelta no hubo un enfrentamiento programático entre Lasso y Arauz porque “ambos candidatos hicieron todo lo posible para ganar los votos que no tuvieron en primera vuelta” y al hacerlo “se acercaron muchísimo”. Contó que el candidato del correísmo “se reunió con autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington”, mientras que el candidato de la derecha “conocido por un enorme conservadurismo”, buscó reunirse con los grupos que luchan “por los derechos de las mujeres y de los grupos LGBT”.


Para Lautaro Rivara, sociólogo y periodista argentino que cubrió la segunda vuelta desde Ecuador, hubo dos enfrentamientos contrapuestos: “el de los dos contendientes que disputaron el balotaje”, y entre quienes creen en los candidatos y aquellos que viven un clima de hastío y resignación” hacia lo político, luego del estallido social de 2019, “que no encontraron satisfacción en sus expectativas” en ninguno de los candidatos.


Lasso abordó temas de género, indígenas y anticorrupción “como no hizo en su muy mala primera vuelta”, sostuvo Alarcón. En algunas provincias donde la población indígena es el motor de la sociedad, Lasso generó empatía y logró sus votos. “En el caso de los indecisos, en muchas ocasiones, fue un voto vergonzante”, explicó y añadió: “Por la polarización en las redes era común ver el argumento: ‘prefiero votarlo y oponerme a él desde su primer día de gobierno’, en vez de asumir que votaban por Lasso, aunque no apoyaran sus ideas”.


Nuevos medios


Ambos candidatos afinaron su estrategia de comunicación para la segunda vuelta, “en el caso de Lasso para llegar a otros públicos, activó un canal de Tik Tok, sin caer en la vulgaridad o en el absurdo de los retos, aprovechó ese canal y Twitter”, destacó Alarcón y contrastó: “Arauz ya utilizaba todos los canales, pero creo que en la segunda vuelta su estrategia perdió el Norte”.


Rivara agregó que las redes fueron una herramienta para llegar al electorado joven “donde se suponía que estaba el mayor número de indecisos”. Asimismo, el periodista argentino observó “un cambio en la campaña electoral de Lasso” una vez que Jaime Durán Barba comenzó a guiarla. Durán Barba, fue uno de los asesores de imagen del expresidente argentino Mauricio Macri. “Básicamente (Durán Barba) le pide (a Lasso) que no diga nada de lo que piensa”, sentenció el periodista. "Se vio a un Lasso irreconocible, con gestos que se podrían calificar como progresistas", concluyó.


En el debate presidencial que tuvo lugar el 22 de marzo, “la idea principal con la que la gente se quedó fue la frase que Lasso le propinó a Arauz ‘Andrés, no mientas otra vez''', recordó Alarcón. Esta frase fue viralizada en redes inmediatamente, incluso un cantante popular generó una canción con esa consigna y se pintaron paredes con la frase. “Terminaron quitándole lo más valioso al candidato correísta: su credibilidad”, sentenció el director.


“Lasso muchacheó a Arauz y evidenció su inseguridad en el debate presidencial”, aseveró Moscoso y agregó que luego del debate “la estrategia del equipo de campaña de Arauz se esforzó por crear un enfoque de framing (encuadre de un hecho con intención de una interpretación sesgada) sobre que, en un contexto de empate, Lasso realizaría fraude electoral”.


Como contraparte, “el equipo de Lasso continuó su estrategia de tachar de mentiroso a Arauz, al impulsar el hashtag #ElPaísOLaMafia en referencia a las causas de corrupción que tiene el ex presidente Correa en proceso y por las que está exiliado en Bélgica”, afirmó el politólogo.


El presidente electo agradeció en su discurso luego de que se conocieran los resultados a los asesores de imagen de su campaña. “Quiero agradecer también, porque es justo hacerlo, a Jaime Durán Barba y a Santiago Nieto, quienes me acompañaron en esta segunda vuelta electoral guiando estratégicamente nuestro camino”, expresó Lasso, según consignó el medio ecuatoriano El Universo.


Foto: Lautaro Rivara


Personalidades


Antes de la primera vuelta influyeron en el proceso electoral y en la opinión pública diversas personalidades como el expresidente Rafael Correa; y Yaku Pérez y Xavier Hervas los candidatos que finalizaron en tercera y cuarta posición respectivamente.


Correa se hubiese candidateado de no haber tenido impedimentos legales. “No se pudo presentar porque hubo un proceso de lawfare, de guerra judicial”, según el sociólogo argentino. Y mencionó que ni siquiera lo dejaron integrar la fórmula como vicepresidente, “así estaba estipulado en el primer binomio presentado” por ese sector político. Por eso debieron promover la candidatura de una nueva figura correísta. Moscoso explicó que Arauz se encontraba “en una posición incómoda ya que era un perfecto desconocido y consiguió los votos en primera vuelta por pertenecer al correísmo que sigue siendo una fuerza política importante”.


Correa tampoco pudo estar presente en el país. “De ser así, seguramente hubiese sido detenido y sometido” a un proceso judicial “dilatado en el tiempo”, como el que tuvo al ex presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, “en la cárcel, sin ningún tipo de prueba” añadió Rivara.


En la primera vuelta, Moscoso, junto al Grupo de Análisis Político 50+1, realizó un estudio al electorado en el que se detectó la presencia del 40% del total de votantes de entre 18 y 40 años, es decir, “un electorado mayoritariamente joven que además no quería escuchar sobre la economía, el proceso de vacunación o la falta de empleo; en su lugar primaban los temas sobre género, el medioambiente y las poblaciones indígenas”.


“Hervas y Pérez consiguieron una votación que sorprendió y el último estuvo a punto de pasar a segunda vuelta. Lo importante es que refrescaron el panorama político en Ecuador”, valoró el docente universitario.


Pérez denunció que hubo un fraude electoral en su contra que le permitió a Lasso disputar el balotaje en su lugar. Isch coincidió con el candidato del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Luego de la primera vuelta, realizada el 7 de febrero, la pelea por el segundo lugar entre Lasso y Pérez fue muy pareja. En ese entonces, el candidato de la derecha y el líder indígena llegaron a un acuerdo para que se realizara un recuento de votos, pero al día siguiente Lasso rompió ese trato. El pedagogo atribuye este hecho a un pacto “entre el banquero (Lasso) y Arauz” para desplazar al candidato de Pachakutik, ya que “según la lógica correísta era más fácil vencer a Lasso y eso también lo afirmaban las encuestas” aseguró.


El periodista argentino cree que es curioso que desde Pachakutik se diga que hubo fraude electoral en primera vuelta, ya que gracias a ese partido se eligió a la presidenta del Consejo Nacional Electoral del Ecuador (CNE), y en el organismo no hay ningún miembro del correísmo, aunque sí de otros sectores.


Los reclamos de Pérez al CNE fueron desestimados. Según su perspectiva él tendría que haber pasado a segunda vuelta y por eso pidió a sus votantes que en esa cita anularan su voto y no apoyaran a ninguno de los candidatos. “Eso explica que en muchas regiones el voto nulo superó en porcentaje a uno de los candidatos, como en Azuay (capital de Cuenca) que eran más los sufragios anulados que a favor de Arauz”, ejemplificó Moscoso.


Algunos decían que el voto nulo beneficiaría a Lasso, otros a Arauz. “Mis colegas, que han realizado análisis empíricos sobre el asunto, proponen que aquellos que votaron nulo beneficiaron a Lasso, porque si hubieran votado por alguno de los candidatos, el elegido en ese electorado sería Arauz. Igualmente el margen entre los candidatos fue consistente: cinco puntos porcentuales”, concluyó el politólogo.


Hervas, por su parte, decidió apoyar en la segunda vuelta a Lasso. Isch y Rivara coinciden en que el candidato de Izquierda Democrática se presentó inicialmente como socialdemócrata, pero luego se “derechizó”.


Política internacional


En cuanto a política internacional en la región, “Lasso dejó muy clara su posición del espectro desde su candidatura al defender siempre los procesos democráticos”, destacó Alarcón. El director de la fundación explicó que “como político a lo largo de los años ha sido crítico de las situaciones en países como Cuba, Venezuela o Nicaragua”. “Espero que evolucione en su crítica y no sea sólamente frente al totalitarismo o autoritarismo de izquierda sino que también se pronuncie frente a los líderes autoritarios y totalitarios como [Jair] Bolsonaro o [Nayib] Bukele que están afectando derechos y libertades fundamentales también”, remarcó.


En cuanto a los apoyos internacionales que podrá tener el nuevo gobierno, Isch dijo que será “una gestión pro imperialista-estadounidense” aunque también está “haciendo contactos con el imperio chino”. Entiende que lo primero ya se puede ver debido a que “no invitaron a Nicolás Maduro a la toma de posesión y sí al autoproclamado presidente de Venezuela Juan Guaido”. También “Ecuador pasará a integrar el Grupo de Lima cuando sea invitado”, afirmó Isch.


Rivara recordó que en la actual gestión “hubo una torsión hacia una política totalmente neoliberal”. Hace poco tiempo "se autorizó la utilización de las Islas Galápagos" como una suerte de portaaviones natural por parte de la marina estadounidense. “Ecuador se puso totalmente bajo influencia de la geopolítica norteamericana”, concluyó.


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