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Portainfo

La inclusión laboral de las personas en situación de discapacidad

La fundación Bensadoun-Lourent brinda herramientas a personas en situación de discapacidad en su búsqueda laboral

Redes Fundación Bensadoun-Laurent

La fundación Bensadoun-Laurent se creó en 2014 por iniciativa de una familia de franceses que llegaron a Uruguay y comenzaron a identificar aspectos en los que podían realizar su aporte en el ámbito social. En un principio distinguieron varios grupos poblacionales que no estaban accediendo a los derechos, uno de esos grupos eran las personas en situación de discapacidad. Antes de definir en qué ámbito iban a desempeñar su labor, pensaron en varios temas que les preocupaban, como el acceso a la vivienda de las personas en situación de discapacidad, pero finalmente se decidieron por trabajar en la inclusión laboral y social, que es lo que hoy hace la fundación.


En la página web de la fundación se especifica que una de sus metas es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas en situación de discapacidad así como su autonomía, por medio de acciones que faciliten la inclusión social y laboral. Además, se menciona la importancia de reconocer la diversidad y el respeto a la singularidad de cada persona.


La fundación está formada por una directora técnica que es psicóloga, dos operadoras laborales, y una trabajadora social. Hay una persona que se encarga de las relaciones institucionales, una persona en área de comunicación, una secretaria, la persona que se encarga de limpieza y mantenimiento y los directores ejecutivos.


No sólo se requiere una preparación y acompañamiento para la persona en situación de discapacidad para ingresar al ámbito laboral, sino que se realiza un trabajo también con las empresas. Es por esto que se dedican a desarrollar actividades de formación, sensibilización e inclusión laboral.


Dentro de la fundación hay varios programas, uno de ellos se llama Capacidad Inclusiva. En este programa, las personas llegan en una búsqueda activa de trabajo. "Se le da toda la información, si la persona tiene el registro en la Comisión Nacional Honoraria de la Discapacidad (CNHD), que es el registro que habilita a la persona a presentarse a un trabajo por las distintas leyes de empleo. Nosotros solicitamos ese documento y un currículum", explicó Baylena Escudero, trabajadora social de la fundación. Agregó además que si la persona no tiene un currículum le dan apoyo para que pueda hacerlo y la información se ingresa a una base de datos. Dichos datos explicitan las potencialidades que tiene la persona, trayectoria educativa y trayectoria laboral, para idear un perfil.


Después de realizar esos pasos la persona se postula a distintos llamados y en algunos casos desde la fundación se convoca a las personas que pueden tener un perfil para determinado empleo. Escudero explicó que previamente se realiza una etapa de conocimiento de la empresa.


El vínculo con las empresas

En otros casos, son las empresas las que toman contacto con la fundación por distintas vías. Se hace una entrevista primaria con la empresa para evaluar cuales son los posibles perfiles que va a solicitar y su relación con el cumplimiento de la ley. "Cuando la empresa firma un acuerdo con la fundación y tiene un llamado abierto, nosotros hacemos una visita de accesibilidad a la empresa y ahí visualizamos todo lo que tiene que ver con la accesibilidad en sentido amplio. No solamente las barreras edilicias sino también qué tipo de personas podrían llegar a trabajar allí para que hagan uso de todas las instalaciones como cualquier otro trabajador o trabajadora", dijo Escudero. Se toman en cuenta los sonidos de los teléfonos, si se pueden aumentar, cómo son los sistemas operativos de las computadoras en caso de que la empresa las use en su cotidianeidad. Además se registra si el ascenso es por escalera o por ascensor y las instalaciones de los baños.


Después de eso, las personas se postulan a los llamados y se hace el proceso de selección, para luego enviar a las empresas. La empresa también realiza una selección y hace entrevistas. Desde la fundación también se encargan de brindar asesoramiento para la realización de una buena entrevista. "Tienen que tener en cuenta no caer en los prejuicios, en no preguntar cuestiones que tienen que ver con la discapacidad, sino preguntar sobre la potencialidad de la persona en el trabajo y la tarea que va a desempeñar", aseguró Escudero.


Cuando se selecciona a la persona que va a trabajar en una empresa, la fundación realiza una charla de sensibilización a todos los compañeros y compañeras de trabajo que va a tener esa persona. Escudero explicó que esa charla no es para hablar de la persona que ingresa, sino que es para hablar de la discapacidad en general y trabajar mitos, prejuicios y miedos que puedan haber.


La persona ingresa y todas las semanas en un plazo máximo de tres meses se hace una entrevista con el supervisor o supervisora y con la persona. "Muchas veces las personas hace mucho tiempo no trabajan, tienen que visualizar qué necesitan para trabajar. Se acompaña a la persona en todo ese proceso, y a la empresa principalmente en cuanto a los miedos y cuestiones que hay relacionadas a esta persona", informó. La idea de esto es que la persona pueda trabajar en igualdad de derechos. La fundación trabaja desde el Modelo Social de la Discapacidad, por lo que se pone énfasis en los ajustes razonables. "Son aquellas modificaciones en el trabajo que la persona necesita para poder tener igualdad de oportunidades en el qué hacer", mencionó Escudero. Además, enfatizó en que no se habla de derribar un edificio sino en poner una rampa móvil, a veces poner una luz, tener acceso a un lector de pantalla para una persona ciega, que es una aplicación que se descarga. También se puede necesitar una silla más cómoda, un banco para que la persona pueda apoyar los pies. Son cambios para que la persona pueda estar más cómoda y hacer su trabajo.


En la mayoría de los casos, las personas que ingresan a una empresa permanecen en el puesto de trabajo. Consiste además en la adaptación tanto de la persona como de la empresa. Muchas veces la fundación después de su trabajo, queda en contacto con las personas, y les brindan asesoramiento en otros aspectos de su vida que en algunos casos pueden interferir con el acceso a lo laboral. Por ejemplo, derivan a otras instituciones en casos de violencia, o casos en los que no pueden acceder a determinados bienes o servicios. "Las personas generalmente siguen teniendo un vínculo con nosotros, y las empresas también. Si el trabajo es bueno y hay una buena comunicación se sigue en contacto desde otro lugar".


La fundación tiene su sede en Montevideo, que es donde se dictan cursos y se realizan las entrevistas, sin embargo se pueden postular a los llamados personas de todo el país. La mayoría de los cargos están en Montevideo y algunos en Canelones. "Se nos ha hecho muy difícil llegar al interior profundo de nuestro país, por los costos y por lo que implica. Tenemos personas inscriptas de Tacuarembó por ejemplo pero principalmente se inscriben de la capital". La trabajadora social de la fundación enfatizó en que les gustaría mucho trabajar en todo el país pero que dan mucha importancia a la calidad de su trabajo, por lo que se dificulta en cuanto a costos y tiempo, y que si se saltean un paso en el proceso no funcionaría de la misma manera. Se ha trabajado con empresas de Canelones, San José y distintos puntos de Montevideo. "Si vemos que hay un llamado en otro lugar, chequeamos que personas tenemos en esos lugares y les avisamos, eso sí se ha hecho".


No hay muchas fundaciones que trabajen en inclusión laboral de personas en situación de discapacidad por lo que las empresas que quieren contactarse, logran el vínculo con la fundación. "Hace poco se cumplieron dos años de la reglamentación de la ley, y es verdad que muchas personas y empresas están al tanto de la reglamentación. Hay una intención de las empresas de querer incluir, y otras veces vamos nosotros e informamos".


La fundación genera un vínculo de alianza con algunas empresas y se llevan a cabo todos los pasos para incluir a las personas. "En todos los llamados que se publican en la página está hecho previamente el procedimiento de visitas y charlas, son sobre esta dinámica. Nosotros no trabajamos con llamados en que no conocemos a la empresa ni como trabaja", agregó Nicolás Chaccal, encargado de comunicación de la fundación. Se hace una recorrida primero por las empresas para que las personas que convoquen para el puesto puedan utilizar todas las instalaciones, realizar la tarea para la que es llamada.


Antes y después de la ley

Escudero contó que las personas que hace más tiempo trabajan en la fundación, aseguraban que antes había más inconvenientes en cuanto al ingreso de las personas en situación de discapacidad al ámbito laboral. Muchas veces tenían problemas ya desde el hecho de contactarse con las empresas.


Después de la ley considera que se dio una apertura, lo cual es muy importante porque presenta un problema que hay referido a la inclusión laboral de las personas. Para Escudero, la ley hace cumplir derechos, el derecho de la persona a trabajar y que puedan gozar de los derechos como ciudadanos.


La integrante de la fundación explicó que las empresas están más abiertas y que se han generado acuerdos de trabajo. Están más abiertos a la escucha de las propuestas de la fundación y asegura que no hay una respuesta automática de “no estamos preparados”. Sino que si no cuentan con herramientas o no están preparados se interesan en hacerlo y manifiestan la necesidad de que se les informe por dónde empezar.


"Hay que destacar que estamos en trabajo permanente en cuanto a romper mitos y prejuicios que estén vinculados con la discapacidad, donde no se visualiza a la persona en situación de discapacidad como potencial trabajador o trabajadora", agregó Chaccal. Dijo además que a través de los programas de sensibilización se intenta derribar el mito de que la persona en situación de discapacidad requiere de atención, sino que se vea como una persona activa que pueda trabajar. "De algún modo cambiar eso puede generar la visión que hay desde las empresas".


Herramientas de formación y situación en pandemia

Dentro de la fundación hay otro programa que se llama Sumando Inclusión, es de formación. Se trabaja en convenio con INEFOP, en formación de personas en situación de discapacidad. "Actualmente se está dando un curso de Testing de software para jóvenes con distintas discapacidades. Cuentan con profesores que vienen a la fundación a dar el curso, con una operadora laboral que los acompaña", explicó Escudero.


En años anteriores, las personas que realizan los cursos tenían prácticas pre profesionales en empleos reales, lo cual sirve para la formación de las personas que quedan relegados y excluidos de la educación. Esto hace que no accedan a buenos trabajos dentro del campo laboral. También se derriban mitos y prejuicios, ya que van a empresas a realizar las prácticas, y estas empresas ven como trabajan desde otro lugar. Nicolás Chaccal dijo que muchos de los estudiantes que realizan las prácticas pre profesionales quedan trabajando en las empresas.


Los cursos se realizan en las instalaciones de la fundación. En años anteriores se realizaron cursos de logística, de cocina, de atención al cliente. Esto tiene que ver con cambios en la coyuntura económica y social. Escudero informó que los cursos que se brindan son de muy buena calidad, por ejemplo, el año pasado se realizó un curso de cocina en ITHU. Los cursos para las personas se realizan de manera gratuita.


Para el dictado de los cursos, vienen docentes de las instituciones, algunos trabajan asiduamente en la fundación. En todos los casos una operadora laboral trabaja en conjunto para adaptar los programas a cada estudiante. "Hay un rol importante en la operadora. El hecho de tener una persona que está pensando en la adaptación de contenido, no para una discapacidad sino para determinada persona que necesita eso", aseguró Escudero.


En este año de pandemia, algunas cosas que estaban complicadas se tornaron más difíciles. La fundación estuvo teletrabajando pero muchos llamados que habían se cayeron, algunas personas fueron a seguro de desempleo y en otros casos por diversos problemas personales hicieron que no pudieran continuar con su proceso de inclusión. Algunas personas tampoco pudieron acceder al seguro de desempleo por no tener los seis meses trabajados.


Los llamados que hubo fueron más vinculados a las tecnologías, más específicos y más profesionales. No hubo muchos llamados operativos y de logística, ni de ventas. "Sabemos que no es la misma cantidad de llamados pero algunos hay. Son más técnicos, te piden otros estudios que antes no pedían", aseguró Chaccal.


Si bien pensaron que no iba a haber ningún llamado durante el año, el trabajo de la fundación se tuvo que adaptar ya que pasó de orientar a personas en cuanto a lo laboral, a explicar cómo acceder a determinados servicios. También trabajaron en alimentación, asesoraron a las personas en cuanto a planes de canastas y ollas populares. Se creó un proyecto de entregas de canastas con vecinos de Parque Rodó que se le denominó Red Colaborativa. "Se armó para las familias de la fundación pero participaron también otras. Hubo mucho trabajo de acoplarnos a la realidad", sostuvo Escudero.

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