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Portainfo

La belleza sin explotación ni abuso animal

Maite Moreira es maquilladora artística, su kit está integrado por productos veganos y libres de crueldad animal

Gentileza: Maite Moreira

Maite Moreira es uruguaya y maquilladora artística, actualmente vive en Nueva York. Hace años lucha por los derechos de los animales, hace activismo social y “habla por ellos, que no tienen voz”.


Por segundo mueren millones de animales en el mundo, el ser humano se ha encargado de abusar, explotar y alimentarse de ellos. El ser humano se apropió de otras especies a las cuales son sometidas, en ningún momento son capaz de decidir por sus vidas, porque alguien ya decidió en qué serán comercializados. En ese sentido, muchos de ellos son explotados en la industria cosmética.


Cuando un producto se considera ‘cruelty free’ (libre de crueldad animal) significa pura y exclusivamente que no ha sido testeado en animales en ninguno de sus procesos de composición. Hoy en día existen muchos métodos para testear que no necesita que se realice pruebas en animales. Uno de los métodos para realizar pruebas, por ejemplo, en pieles artificiales. Maite explicó que “hay materias que ya se conocen de hace muchos años, no es necesario que se vuelvan a retestear pero en algunos países la normativa establece que se pruebe en animales y es obligatorio, el mercado asiático es uno”. Por otro lado, que un producto sea vegano implica que no tiene en su composición ningún elemento de origen animal.


Existen productos libres de crueldad animal, pero en su composición utilizan elementos que lo extraen de ellos, por ejemplo, la alanina que es extraída de las ovejas, o la cera de abeja. “No fueron testeados, pero hubo maltrato animal a la hora de generar el contenido del producto” dijo la maquilladora.


La sociedad está tomando conciencia y “nos damos cuenta de que el uso de los animales en algo tan superficial, como lo es la cosmética no es aceptable. Es algo que podemos subsistir sin ello. Que un labial sea testeado en un animal para mí es ridículo, porque no lo necesitamos en absoluto”, mencionó Maite.

El inicio


Maite es vegetariana desde los 17 años, fue impulsada por una amiga de su adolescencia, si bien de niña no le gustaba mucho comer carne, lo hacía porque su familia la alimentaba de esa manera. Recuerda que de pequeña tenía una perra llamada Bruma, y cuando comía mordía un poco la carne y se la daba a su perra, hasta que un día sus padres la descubrieron. “Yo en ese momento ya veía que algo no estaba bueno en eso”, expresó Moreira.


Ya hace casi dos años que es vegana y desde entocnes sus hábitos cambiaron radicalmente: “cuando te haces vegano todo pasa muy rápido; ser vegano es lo mínimo que tengo que hacer por los animales que es no consumirlos, ni en vestimenta, productos, espectáculos, alimentación, pero el segundo y más importante es hablar por ellos”, explicó; y agregó: “ellos no tienen voz, se mueren millones de animales por segundo, con esto no estoy contando los animales acuáticos que se cuentan por toneladas porque ni siquiera se los individualiza a cada uno de ellos. Ni que hablar de los traslados eternos, sin agua, sin comida, los que se mueren, las infecciones”.


Su decisión de ser vegana fue tras un episodio que vivió con una amiga. Una noche salieron a tomar unos tragos y Maite pidió uno que tenía chantilly, es decir, elaborado con lácteos. Se lo ofreció a su amiga vegana quien le respondió que no lo consumiría por ser vegano; fue ahí cuando "mi cabeza hizo un clic", contó Maite


Luego de ese episodio empezó a mirar documentales, porque antes había situaciones que no estaba preparada para afrontar. No alcanzaba sólo con ser vegetariana y en un momento esa “verdad le dolía”, destacó.


Maite se considera “activista por los derechos de los animales y siempre que tengo la posibilidad de hablar y expresar esto lo hago, si hay algo que aprendí es que nunca se puede subestimar el poder de una buena conversación uno a uno. Algo que lees puede ser el destapador para otras lecturas, algo que escuchas puede que te resuene y digas puede ser que evalúe mis hábitos de consumo” agregó “todos podemos estar de acuerdo que definitivamente consumir animales para usos cosméticos es algo del pasado y deberíamos migrar a opciones que fueran libres de crueldad, aunque en Uruguay no hay muchas opciones”.


Comer, experimentar con animales es la primera forma de discriminación que conoce la especie humana.

En Uruguay utilizaba productos de grandes marcas que en sus discursos decían “no ser testeados con animales” pero la realidad es que no era así, porque esas marcas son las mismas que venden al mercado asiático donde es obligatorio realizar dicho procedimiento.


Destacó que tiene colegas en Uruguay y es muy difícil conseguir productos libres de crueldad o veganos, esto provoca que se siga consumiendo esas grandes marcas. No las juzga porque no tienen posibilidad y es su trabajo.


Mientras la maquilladora estuvo en tierras nacionales las grandes marcas le enviaban maquillaje de regalo y las utilizó mucho tiempo, actualmente manifiesta que “su dinero nunca más va a ir a esas industrias”. En Nueva York son otras las oportunidades de conseguir ese tipo de maquillaje y a precios accesibles. Hoy en día trabaja con marcas que son veganas y libres de crueldad animal.


La maquilladora expresó que ella no va a vivir para ver un mundo vegano pero la idea es dejar huellas para que este cambio en algún momento suceda, las tradiciones y costumbres tardan siglos en hacerse. Espera que llegue el día en que los animales no tengan que sufrir a cuestas de la especie humana.

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