Por Sadia Baudino
La Asamblea por el Agua se creó en el 2013 después de un episodio en el que el estado del agua tenía mal olor y gusto. Es un colectivo independiente, sus integrantes son vecinos y vecinas de la localidad de Santa Lucía, departamento de Canelones (y sus alrededores). Se creó por una preocupación que existía y existe sobre el deterioro de la calidad del agua en la cuenca del Río Santa Lucía y el territorio en general.
El colectivo ha dado batallas ante esta lucha sin ánimo de bajar los brazos, para defender uno de los recursos más esenciales para la vida de todos los seres vivos.
La Facultad de Ciencias realizó un estudio en el año 2019 llamado “Análisis geoambiental de la Cuenca del Río San José para diagnosticar las causas que generaron inundaciones en la ciudad de San José de Mayo. Se tomaron algunos puntos prestablecidos en el Río San José donde se arrojó resultados que dan cuenta de “una transformación en el uso del suelo, principalmente asociada a la expansión de monocultivos cerealeros y a la disminución de áreas destinadas a pastizales mejorados y praderas para la actividad ganadera-lechera. Esta transformación viene acompañada de cambios en el paquete tecnológico aplicado, donde se destaca la incorporación de la técnica de siembra directa” expresa el documento.
Un monte nativo absorbe 300 mililitros de agua por hora y las plantaciones de soja logran absorber 30 mililitros por hora.
El monocultivo y el paquete tecnológico que trae consigo es una de las peleas que afronta e intenta solucionar la Asamblea. La problemática de este tipo de cultivo es la siembra directa y esto produce que los suelos se impermeabilicen “lo que hace es que toda el agua que cae, la mayor parte escurra pero lo hace arrastrando todo los agroquímicos que tienen ese tipo de plantaciones. Otro de los problemas es que la tierra absorbe menos, las producciones de monocultivo trae un paquete tecnológico por detrás, son los agrotóxicos, es decir, químicos que son peligrosos, que van quedando y generan sedimentos no sólo en la tierra y en la naturaleza, sino también en el cuerpo” explicó Marcos Umpiérrez uno de los integrantes del colectivo.
Todos los químicos que se encuentran en los suelos se siguen extendiendo en otros lugares de la naturaleza, como lo es en los mismos alimentos que ingerimos, ¿por qué ocurre esto?, porque se le agrega estos químicos a las praderas también, las vacas se alimentan de esa pastura que luego se consume.
Una de las consecuencias de que los suelos se impermeabilizan es que son más frecuentes las inundaciones, “ese es uno de los factores además de que obviamente todo lo que tiene que ver con la deforestación. Llueve mucho más, más intensamente, mayor cantidad de agua en poco tiempo y eso también produce inundaciones como las que vimos el año pasado que fueron terribles” mencionó Umpiérrez. En junio del 2019 se registró una de las inundaciones históricas en la ciudad de Santa Lucía, muchas familias aún no se han recuperado de este hecho.
El integrante del colectivo aludió que existe una defensa del modelo económico y lo ejemplifico con la empresa UPM. Es “una lógica de monopolio digamos de que la vida social. Esa empresa es la controla a vos te dicen UPM va a subir 2 puntos del PBI, entonces UPM ¿qué es?, es el país porque esos dos puntos no agarraban en los obreros en nada, esos puntos son de PBI es ecuación financiera que no termina en los bolsillos de los ciudadanos uruguayos eso es un número que sirve para poder emitir más deuda, para poder seguirse endeudando y que seamos confiables porque tenemos un buen PBI”. Umpiérrez aludió a que nunca se hizo una consulta sobre la instalación de la planta de UPM y “somos muchos los que no estamos de acuerdo con que la empresa se instale”.
“Realmente si la gente no toma conciencia de que hay que defender el río y no hay que comerse la pastilla de que todas estas empresas vienen a dar trabajo, no es verdad, vienen a traer miseria” dijo Umpiérrez.
A su vez el integrante explicó que las plantaciones no transgénicas podrían dejarle “muchísimo dinero al país” porque en el mundo esperan de puertas abiertas las plantaciones libres de químicos.
La solución a este problema es un plan de ordenamiento territorial a nivel nacional, porque la Intendencia de Canelones intentó hacer ese ordenamiento pero los lugares cercanos a la cuenca también necesitan tenerlo porque “el río no sabe dónde empieza Canelones, San José o Florida”.
La Asamblea por el Agua y otros colectivos que defienden este tipo de causa sostienen que el departamento de Canelones tiene que ser libre de transgénicos, como lo plantea el grupo “Por un Canelones libre de soja transgénica en defensa del agua y la vida”.
En Argentina de forma voluntaria las personas vinculadas al medio se hacían análisis de sangre para ver el nivel de agrotóxico que tenían, Umpiérrez dijo que todos tenían en distintos niveles. Lo ingerimos en el agua, la carne, las frutas y verduras. Agregó que el agua de OSE viene sin problemas bacteriológicos y no químicos, por más que se hierva ese problema no se soluciona. La Asamblea solicitó en reiteradas oportunidades que se hiciera un control agrotóxicos en sangre en el Uruguay y eso hasta el momento no fue posible.
Comments