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El tema está sobre la mesa

Se presentó Prudencia Uruguay, organización social que pide reflexionar antes de aprobar la eutanasia

Afiche: Prudencia Uruguay

La actividad se desarrolló en el Anexo del Palacio Legislativo, y contó con la presencia de médicos, académicos y políticos, motivados por la necesidad de plasmar su postura sobre la eutanasia.


Rodrigo Goñi, diputado nacionalista, dijo que consultó uno por uno a los diputados, y confirmó que muchos no tienen una postura definida, además tampoco han abordado un estudio profundo del tema. "Sería imperdonable que la cámara de diputados resolviera con liviandad y ligereza un tema de esta naturaleza", aseguró.


Miguel Pastorino, docente de Filosofía en la Universidad Católica, explicó que el nombre Prudencia, refiere a la virtud esencial para tomar decisiones. Expresa el hecho de deliberar con uno mismo y con los demás para llegar a las mejores decisiones. "La prudencia siempre es buena consejera como virtud, que implica tiempo. En nuestra sociedad de hoy tomamos malas decisiones por vivir a los empujones", afirmó Pastorino.


El docente aseguró que han notado gran desinformación y desconocimiento sobre el tema, incluso en profesionales. Por eso, consideran que es necesario primero informar a las personas, y que tomen una postura en base a la información procesada.


Fundamentaciones

Una de las razones de la propuesta de Prudencia es aliviar el sufrimiento y coincide con el proyecto presentado por Ope Pasquet para legalizar la eutanasia. "Todos queremos aliviar el sufrimiento, nadie está en contra de eso. Nadie quiere que la gente sufra. Pero no que se logre a través de eliminar a la persona", afirmó Pastorino.


En el proyecto se asegura que la eutanasia y el suicidio asistido atenta contra las personas más indefensas. Ya que en el caso de las personas que se encuentran desamparadas o abandonadas, no se les proporciona cuidados y atención, se les ofrece la salida de la eutanasia. Lo cual Pastorino no considera que sea correcto porque no se valora esa vida.


"En una sociedad donde reinan los valores del descarte y del consumo, el otro se vuelve objeto descartable. Eso es muy peligroso", dijo. Agregó que como sociedad no nos hacemos cargo de los más débiles y le damos la posibilidad de descartarlos. "Esto va a recaer sobre los más pobres, porque quienes pueden cubrir un buen sostenimiento de su vida, porque tienen recursos, no van a tener problema".


El proyecto asegura además que la eutanasia y el suicidio asistido atenta contra los más vulnerables. Si bien una de las cuestiones a favor de la eutanasia es la libertad, en este caso plantean que no es absoluta. Esto se da porque la persona que está enferma tiene su libertad mucho más condicionada. Se plantea que sacarle un consentimiento a alguien en medio del dolor "es sacar un consentimiento mediante tortura".


Pastorino explicó que las médicas paliativistas le enseñaron que cuando una persona expresa su deseo de terminar con su vida, en realidad quiere terminar con la vida que tiene en ese momento. "Es una cosa muy contradictoria. Por un lado se busca la prevención del suicidio, pero al anciano, al enfermo, al paciente oncológico, a los que no queremos ver, si le damos la posibilidad de terminar con su vida".


Uno de los puntos fundamentales para la propuesta, habla que la eutanasia y el suicidio asistido atenta contra la dignidad de las personas. "Los derechos humanos se cimentaron sobre el derecho de ser persona por ser humano. No importa que esté en coma, que sea un niño que no piensa, no importa que tenga una discapacidad, siempre es persona", aseguró Pastorino.


Además explicó que la muerte no es digna, “la digna es la persona”. Y que necesita una muerte humana, dignificada, acompañada, sin dolor y sin sufrimiento, pero la dignidad es de la persona y nunca la pierde. Planteó la existencia de eufemismos en el lenguaje como el de "ayudar a morir", que es ayudar a alguien a prepararse para morir; "ayudar a morir no es ejecutarlo".


Hizo referencia a la sociedad de consumo en la que se valoran los cuerpos jóvenes y fuertes, es tabú la muerte y la vejez. Además aseguró que los ancianos son maltratados e invisibilizados porque no queremos ver el deterioro que también va a ser nuestro. "Han incorporado valores de que la vida no vale si no es productiva, eso es un criterio cultural que es muy cuestionable. Hace mucho daño a las relaciones humanas y a las personas, que las valoramos según su capacidad productiva".


En el documento se plantea que los ancianos, los discapacitados y los enfermos crónicos, si se legaliza la eutanasia empiezan a ser culturalmente menos valorados porque se entiende que esa vida no es digna. "Le decimos a la persona que puede decidir sobre su muerte, pero en realidad el que va decidir es el médico, al cual le damos licencia para matar", afirmó Pastorino.


Otro de los fundamentos planteados es que la eutanasia atenta contra la profesión médica. "La Asamblea Médica Mundial de 2019, en la que Uruguay estuvo presente ratificó la condena a la eutanasia, que además está en código de ética que es ley. Además se sostiene en los derechos humanos y en la Constitución. En todos los fundamentos de los órdenes jurídicos y la ética médica".


Además se presentó el concepto de "pendiente resbaladiza", que surgió en países en que se aprobó la eutanasia. En un principio se empezó con proyectos restringidos y muy controlados "pero cuando vos permitís que se mate a un tipo de ser humano ¿qué te limita cuando ya al derecho se le quitó el fundamento de no matar?".


Al legalizar la eutanasia, también tendrá consecuencias sociales y políticas según plantean en el documento. Ya que es un hecho social, no sólo médico. "Que las cosas que son delito, pasen a ser derecho, que el homicidio y ser cómplice de suicidio pase a ser derecho, es algo que afectará a todos los uruguayos" concluyó Pastorino.


Cuidados paliativos

Para Pastorino, los cuidados paliativos son “la respuesta al drama de los que se preocupan por la eutanasia”. Y considera que: "es la solución que la medicina da de forma interdisciplinaria, porque se ocupan del cuidado y acompañamiento del enfermo y la familia".


Además explicó que cuidados paliativos y eutanasia, éticamente son opuestos. "La finalidad del cuidado paliativo es eliminar el sufrimiento de la persona, mientras que la finalidad de la eutanasia es eliminar a la persona".


Ana Guedes, internista y médica paliativista, dijo que en cuidados paliativos, es muy baja la frecuencia de los pacientes que piden finalizar con su vida. "El deseo de adelantar la muerte es una entidad clínica y como tal se debe identificar, diagnosticar y evaluar".


En muchas ocasiones la persona expresa que se quiere morir, pero en realidad lo que quiere es no ser abandonada ni por la familia ni por los equipos médicos. "Se requiere atención por equipos competentes e integrales. Que esté psicología, trabajo social, médicos, enfermeras, porque todas las dimensiones del ser humano se ven afectadas", aseguró Guedes.


“Cuidados paliativos en una primera instancia ofrece respaldo y apoyo, no abandono. Se genera una comunicación confiable para que la persona se sienta protegida”, explicó Guedes . Y aseguró que esa sensación de sufrimiento insoportable que es un criterio para la eutanasia, se alivia al reconocer "la integridad del ser humano".Para Guedes es necesario que se apruebe la ley de cuidados paliativos, para que todos tengan acceso integral.


Luego de darle sostén y apoyo se procede a identificar los problemas en todas las dimensiones. "Hay que saber si existe una depresión y hacer un diagnóstico para saber si hay un problema social importante, una pérdida económica. En ese caso hay que investigar si hay recursos sociales que lo solventarían como una jubilación, protección de hijos menores. O si se trata de algún problema espiritual", afirmó Guedes.


Los cuidados paliativos tratan de revalorizar la dignidad percibida como perdida. "Todos esos aspectos requieren equipos formados y luego se evalúan los resultados. Tenemos un 59% de cobertura que tienen un año ya y tenemos una parte grande de la población que no accede", dijo Guedes. Y aseguró que esa es una población en riesgo y que se debe cubrir la totalidad de la población con acceso a cuidados paliativos integrales.


La oncóloga Alejandra Sosa, afirmó que ningún paciente que está en cuidados paliativos muere en sufrimiento. "Vamos a tratar en todas las dimensiones calmar los síntomas. Va a llegar un momento que alguno de esos síntomas no se van a poder calmar ni con todas las herramientas que tenemos", dijo.


Si una persona tiene un síntoma como un dolor, falta de aire o un delirio y no se puede calmar con la atención interdisciplinaria en un tiempo razonable, se enfrentan al proceso de morir. "La atención paliativa tiene una herramienta que es la sedación paliativa. Es una herramienta legal y ética, y consiste en administrar al paciente medicamentos para disminuir el estado de consciencia", aseguró Sosa. .


En caso de haber tenido tiempo previo, la sedación es muchas veces consensuada con el propio paciente y con la familia. La sedación paliativa, tiene como objetivo disminuir el sufrimiento del paciente. "Se administra una medicación que obedece a un principio de proporcionalidad. Se da una dosis para que el paciente pierda el estado de consciencia, pero el paciente está vivo", dijo Sosa.


Y agregó que el objetivo es que el paciente no sufra a diferencia de lo que es la eutanasia. "Es ilegal y va en contra del código de ética médica. Además se administra medicación en dosis letal, la muerte ocurre en minutos o segundos. El objetivo de la eutanasia no es quitar el sufrimiento, sino quitarle la vida a la persona", sentenció.

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