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De la historieta pasó a la historia

El historietista argentino Quino, murió a sus 88 años. Dejó humor, historias y un legado en sus dibujos

Facebook: Mafalda Digital

Las redes sociales se inundaron con la figura de Mafalda el pasado 30 de setiembre. El creador de la famosa pequeña que no entendía a los grandes y quería bajarse de un mundo con injusticias, falleció, y su obra más famosa fue la clave de todas las despedidas.


Corría el año 1932 en la provincia argentina de Mendoza cuando Joaquín Salvador Lavado Tejón nació. Hijo de andaluces inmigrantes, el niño conocido como Quino reconoció el dibujo como vocación desde muy pequeño, con la compañía de su tío Joaquín Tejón, diseñador gráfico y pintor.


Fue a los 13 años cuando el mendocino comenzó a estudiar dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. A los 15 años Quino quedó huérfano y comenzó a vivir con su tío Joaquin, quien impulsó su carrera artística. Cuatro años después de comenzar la Escuela de Bellas Artes, “cansado de dibujar anáforas y yesos”, según cuenta su biografía, decidió abandonarla para dedicarse de lleno en su profesión: dibujante de historietas y humor.


El camino para publicar sus primeros dibujos no fue fácil. Mudanza a la capital del país y búsqueda de editores que aceptaran sus ilustraciones fueron la base de tres años de penurias económicas que Quino vivió antes de publicar por primera vez en el seminario bonaerense “Esto es”.


Su biografía recuerda: “el día que publiqué mi primera página pasé el momento más feliz de mi vida” , desde ese momento en 1954, publicó de manera ininterrumpida sus dibujos en diferentes medios de prensa latinoamericanos y europeos.


El ilustrador dedicó su carrera a tratar temas políticos, económicos, internacionales y de la vida cotidiana con un humor que hizo destacar a Mafalda en el mundo de los chicos, y también el de los grandes. Muchas generaciones se divirtieron con esta historieta que podría considerarse nunca pasada de moda.


Su trabajo lo llevó a ser galardonado en diferentes países. Su primer premio, el Palma de Oro, lo ganó en 1978, en el Salón Internacional del Humorismo de Borighera. Ganó también el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia, entre otros. En 2006 Quino fue reconocido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba, y en 2019 recibió el mismo reconocimiento por la Universidad de Cuyo. También fue declarado Ciudadano Ilustre de su ciudad natal.


Este año, tras sufrir un accidente cerebrovascular, el ilustrador falleció en la ciudad de Buenos Aires, donde publicó su primer libro “Mundo Quino”.


Mafalda se despide de su creador

Diferentes ilustraciones de Quino recorrieron el mundo, con un humor incomparable. Pero fue Mafalda, esa pequeña niña con muchas preguntas y grandes respuestas, la que se ganó el corazón de los hispanohablantes desde 1964.


La pequeña destacó en diferentes países con su inconfundible sentido de la cuestión, llegó a medios de prensa, libros y hasta productos audiovisuales.


Si bien Quino dejó de dibujar a Mafalda en 1973, después de declarar que no quería caer en repetición de sus mismas historias, la vigencia de la pequeña curiosa que intenta responder quiénes son los malos y los buenos del mundo, sigue intacta hasta el día de hoy.


Mafalda es considerada hoy un ícono de la cultura argentina. Junto a sus amigos Felipe, Susanita, Manolito, Libertad, Guille y Miguelito, la pequeña cuestiona a los adultos y se pregunta cosas que hacen pensar la realidad económica, política y medioambiental, entre otras cosas.


Quino falleció un día después del aniversario número 56 de la primera publicación de Mafalda, su niña estrella, en el semanario Primera Plana. El creador ya no está, pero la creación perdura.

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