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Cinemateca y Grupocine reclaman que se habiliten más aforos en sus salas

Poca gente, salas limpias y asientos vacíos e inhabilitados predominan en los cines de Montevideo

Facundo Gianero

Pasaron seis meses desde que el presidente Luis Lacalle Pou declarara en cadena nacional el estado de emergencia sanitaria por coronavirus que llevó a tomar medidas para amortiguar la propagación del virus, entre las cuales se incluyó la suspensión de actividades culturales. A pesar de la apertura de salas, los cines siguen padeciendo los coletazos de la pandemia.


El tres de agosto comenzó a regir un protocolo de medidas sanitarias para la reapertura de salas de espectáculos, que además de incluir las recomendaciones de higiene y de uso de tapabocas comunes en todos los protocolos, exhortó a los cines a ofrecer una sola función por día, con un 30% de aforo y dejando vacías las filas impares y dos butacas entre espectadores, excepto las familias numerosas que podían sentarse de a dos dejando una butaca libre.


“Con esa exigencia de la fila vacía se te iba un 50% del aforo, y al ocupar solo una butaca de cada tres era prácticamente un tercio del 50%”, aseguró María José Santacreu, directora de Cinemateca. “Nuestra sala más grande tiene 174 butacas y se llegaba a un aforo de 43; ese era el máximo que se podía ocupar”, confirmó.


Santacreu, al igual que Fabiana Penino de Grupocine, consideran que trabajar en estas condiciones genera pérdidas. Además de reintegrar al personal y mantener las salas en funcionamiento, Santacreu comentó que se agregaron costos como el de tener a “una persona tomando la temperatura”. Por otra parte, destacó que la mayoría de los socios pagaron “voluntariamente la cuota” durante el tiempo que estuvieron cerrados y que por eso consideraban que era importante abrir. Advirtió que abrieron “con la expectativa” de que se iban a ampliar los aforos dadas las actividades que se habían retomado por tener la pandemia controlada.


El tres de setiembre, un mes después de aplicado el protocolo, se aprobó uno nuevo que permitió a los cines hacer más de una función por día y a los espectadores sentarse en todas las filas pero desde la segunda en adelante y manteniendo vacías las dos butacas con las excepciones previstas en el protocolo anterior. Se mantuvo el aforo del 30% y a Cinemateca no le convenció.

“Es raro porque al seguir con la limitante del aforo, para nosotros significa poder vender seis entradas más”, opinó Santacreu. “Agregar funciones con el mismo aforo significa agregar funciones a pérdida”, explicó.


Penino espera que se aumente en un 50% el aforo, mientras que Santacreu se conforma con 45% como mínimo. “No estamos pidiendo que se libere el 100%”, comentó Santacreu, y agregó que no le parece “que se justifique esa limitación tan rigurosa” en los cines cuando “puedo ir al Chuy a comprar aceitunas doce horas arriba del ómnibus con la capacidad colmada, pero no puedo sentarme en un cine hora y media a ver una película con tapaboca”, remató.

En ese mismo sentido Penino aseguró que los ómnibus están “repletos” y al respecto dijo que “en el ómnibus tengo la obligación de subirme” pero que en el cine “si no quiero o me da miedo no vengo”. Además, advirtió que las medidas no sólo los afectan a ellos: “es una cadena interminable” que incluye a los empleados, a quienes producen y distribuyen los alimentos e incluso a los que “hacen las cajas en la imprenta para el pop”.


A Santacreu le sorprende que el nuevo protocolo “siga siendo restrictivo para los espectáculos” y lo comparó con la Expo Prado que inició esta semana y a la que pueden asistir “15 mil personas por día”. “Ha habido muchas discusiones en torno a estas dualidades de criterio, las termas abrieron en turismo y los cines abrieron en agosto, ¿por qué algunos pueden abrir y otros no?”, cuestionó.

Así como “se pueden fundir las empresas de transporte, también se pueden fundir los cines. Son emprendimientos, empresas o asociaciones civiles que también están luchando por seguir con sus actividades”, declaró Santacreu.


Consultadas acerca de por qué no hicieron el reclamo de manera institucional, Santacreu afirmó que “no hay muchos canales abiertos” y que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) “no es el que toma las decisiones sanitarias”. “No hay ni ha habido a lo largo de este proceso una relación muy fluida entre quienes son los encargados de tomar las decisiones respecto a los protocolos”, aseguró. “Es bastante misterioso cómo se opera con los protocolos, cuándo y cómo se aprueban, de qué manera y qué se toma en consideración y cómo se valoran estas diferencias”, concluyó.


Penino contó que Grupocine se reunió con el Ministerio de Salud Pública (MSP) antes de la reapertura de los espectáculos públicos pero aseguró que “pidieron que los dejáramos pasar la noche de la nostalgia porque querían ver qué pasaba con las fiestas clandestinas”. “Te van liberando ellos”, agregó.


Portainfo se comunicó con el MSP para obtener más información sobre la flexibilización de los protocolos pero “por el momento no están haciendo declaraciones”, comentaron.


En cuanto a las repercusiones de la reapertura, Santacreu aseguró que están “agotando todos los días” pero que no es alentador porque “agotar 30 entradas no es un gran logro”. Penino dijo que “hubo fines de semana buenos” y que los estrenos de The new mutants, Al morir la Matiné y Scooby sirvieron “para encarar la semana” porque con los estrenos “las entradas se agotan”. Ambas consideraron que hay gente que no tiene miedo y quiere ir al cine.

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