En el marco del mes de la diversidad ciudades del interior se empoderan y marchan para celebrar los derechos conquistados y continuar la lucha
Por Sadia Baudino
Setiembre es el mes de la diversidad, organizaciones sociales se unen para reivindicarse y reclamar derechos para la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero, intersexual y queer (LGBTIQ). El objetivo es lograr una inclusión en todos los ámbitos sociales, en sí tener una sociedad más igualitaria.
La marcha la organizó el colectivo “Celebro la diversidad” de la localidad que se identifica como un colectivo que visibiliza la diversidad sexual con enfoque feminista y la herramienta que tienen para transmitir es el arte.
El colectivo surgió en 2014 por la incomodidad personal de una de sus integrantes: Inés González, quien nació en el interior y durante muchos años vivió en Montevideo por temas de estudio. Al venirse a vivir a Santa Lucía, en una conversación con un grupo de veteranos homosexuales, se dio cuenta que habían determinadas “libertades que estaban restringidas” por el hecho de que no podían vivir el amor de manera libre. En ese año es que se hace la primera jornada por la diversidad sexual en una localidad del interior.
Desde ese año los preparativos es un pensar constante por parte del colectivo y de manera artística se propusieron “seguir visibilizando el interior y generando espacio al pintar las letras como un símbolo. Para retratar lo importante del símbolo al llegar a cada ciudad y en entrada ver nuestros colores. Estuvimos en Villa Rodríguez y en Ituzaingó” sostuvo González, agregó que los ciudadanos de cada localidad se acercaron para pintar y colaborar.
Con respecto a la intervención artística lo resume en pocas frases: “felices por todo lo que significa un pequeño gesto sutil, pero que está lleno de un montón de cosas, y muy contenta por la gente por cómo recibió este gesto” afirmó la integrante. Comentó que recibieron agradecimiento, felicitaciones e impulso por parte de la gente.
Alegría y muchos colores
El lugar de concentración fue la plaza principal Tomás Berreta. El sol le dio vida, no había excusas para no concurrir. De a poco se podía observar mucha gente acercándose; niños, niñas, adolescentes y algo que llamó la atención fue el público adulto que se sumó a luchar por la causa.
En los preparativos la plaza se había pintado de colores, pero no sólo los colores de las banderas (rojo, naranja, amarrillo, azul, verde, violeta), sino esa tonalidad que no se termina de expresar y que era la alegría de las personas.
Uno de los colectivos que se sumó a la lucha es Colectivo Diverso de Las Piedras, llegan e irradian felicidad. En el centro de la plaza se formó un círculo donde los más pequeños se acercaban a pintar sus rostros de colores. La música empezaba a darle más movimiento, bailaban mientras se esperaba que más gente se aproximara. Se sentían gritos de alegría, y entre esos gritos se sentía “se respira, se respira, se respira ¡LIBERTAD!”.
Era el momento de marchar por la calle principal de la ciudad Avenida Rivera. En los preparativos había una bandera gigante donde todos ayudaron a desplegar. Los niños decidían recorrerla por debajo y ver los colores que el sol ayudaba a reflejar con más intensidad.
Durante la marcha bailaban, cantaban, saltaban. La canción que resonó más fuerte; “y todos me miran, me miran, me miran porque sé que soy linda”.
En el recorrido ese número de personas aumentaba, y quienes se encontraban trabajando salían a mirar la marcha que era todo un disfrute.
Sin disturbios, con la alegría que desprendía cada persona eso era lo más parecido a una fiesta, pero una fiesta que suena muy fuerte para que los escuchen, porque si de derechos se trata, más vale unirse y transmitir amor, que al final siempre en cada lucha es lo que gana.
La marcha finalizó en el Espacio Carlos Alfredo que se ubica en el parque de la localidad, allí había varios emprendimientos “varieté para recolectar dinero para el encuentro de mujeres lesbianas, trans y no binaries del Uruguay que es el cuarto encuentro que lo más probable es que la sede sea en Santa Lucía, se realizará en el mes de noviembre que nuclea entre 300 y 500 personas. El primero fue en Montevideo, el segundo en Paysandú, el tercero en Maldonado y el cuatro en Canelones” concluyó González.
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